Tras el fallecimiento de un familiar muy querido reflexioné sobre mucho la muerte y empecé a trabajar en este proyecto.
El ataúd está formado por una piel exterior construida con cubos de madera reciclados de distintas medidas encajados entre sí formando un caparazón protector y una piel interior de tela estampada. Se expuso en el convent de Sant Agustí, en Barcelona en enero del 2010.
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